La madera es símbolo de nobleza, calidad, diseño y confort. Es un material vivo cuya extraordinaria belleza y resistencia se ven afectadas por el paso del tiempo y el efecto de los agentes externos del mismo modo que le ocurre a nuestra propia piel. Para disfrutar de una madera tan bella y sana como el primer día, capaz de despertar todos nuestros sentidos, debemos cuidarla del mismo modo que lo hacemos con nuestra piel: previniendo, protegiendo y recuperándola con productos específicos de alta calidad y eficacia que mejorarán su aspecto y funcionalidad.
¿Qué afecta a la madera?
Los mismos agentes externos e internos que afectaban a la madera en el árbol siguen afectándola cuando se convierte en elemento constructivo. Rayos UV del sol, humedad, insectos y hongos. Para proteger la madera y mantener sus propiedades naturales son necesarios tratamientos que tendrán en cuenta el tipo y la intensidad de exposición a estos agentes.
Aunque en el mercado existen infinidad de materiales para la protección de la madera, nosotros, apoyados en nuestra larga experiencia fabricando y montando casas de madera desde hace ya más de 15 años, trabajamos con un protector concreto ... el cual recomendamos para la protección de sus casetas de madera. Se trata de lasur, protector a base de agua.
¿Qué es un lasur?
El lasur es un recubrimiento de alta resistencia, especial para maderas exteriores como viviendas de madera, muebles de jardín, barandas, puertas, ventanas y toda superficie de madera que esté expuesta a la intemperie.
Aunque la composición de los barnices actuales ha evolucionado notablemente, pero hay otra manera mucho más eficaz de tratar y proteger la madera que está en el exterior: los lasures.
Al aplicar un barniz formamos una película sobre la madera, como si pusiéramos un cristal, con lo cual el Sol actúa como una lupa resecándola y consiguiendo que al final esta película se acabe cuarteando, escamando y rompiendo.
El lasur, al contrario que el barniz, penetra profundamente en la madera, a poro abierto. Al no formar capa permite que la madera respire y se mantenga siempre el equilibro entre la humedad propia de la madera y la del medio ambiente que la rodea. De esta manera protege y embellece la madera respetando al máximo el aspecto natural de sus vetas.
Los lasures ofrecen una alta resistencia a los rayos UV, son elásticos, repelentes al agua e incorporan además fungicidas e insecticidas para la prevención de hongos, carcomas o termitas. Son muy fáciles de aplicar y de larga duración, de 4 a 7 años.
Y algo muy importante, sobre todo para los poco amantes de los trabajos caseros, para nuevas capas de mantenimiento no es necesario lijar ni decapar.
¿Cómo se aplica el lasur?
El lasur debe aplicarse en maderas SIN manos previas de barniz o cualquier otro tipo de pintura. La superficie debe estar limpia, seca, libre de polvo, grasa, humedad u hongos. En tal caso se lija suavemente en sentido de sus vetas y una vez limpia se procede a la aplicación de la primera mano. Para ésta el material debe estar diluido en un 20% de aguarrás, y puede aplicarse con pincel, rodillo de espuma o pistola neumática.
Las posteriores manos de lasur se aplican sin adición de solvente, es decir con la consistencia original. Serán necesarias dos o tres manos más, dependiendo de la absorción de la madera tratada.
En maderas que contengan manos previas de barniz o pintura es necesario quitar completamente el material antiguo con un decapante químico, y posteriormente lavar y lijar. Solo una vez seca es posible aplicar el lasur.
Los lasures que más utilizamos: